RPD de Corea 2-1 (t.s.) Estados Unidos:
Dos minutos es el tiempo que tardó la RPD de Corea en pensar que el título mundial se le había escapado, puesto que las norteamericanas abrieron el marcador sin ni siquiera crear una primera ocasión de gol. Cloee Colohan sacó de banda y en el bote, el esférico superó por alto a la guardameta Hong Myong Hui, quien tuvo la desgracia de rozar la pelota antes de que se introdujese en su portería. Sin ese gesto desesperado, el árbitro hubiese señalado saque de puerta...
Dos minutos es el tiempo que tardó la RPD de Corea en pensar que el título mundial se le había escapado, puesto que las norteamericanas abrieron el marcador sin ni siquiera crear una primera ocasión de gol. Cloee Colohan sacó de banda y en el bote, el esférico superó por alto a la guardameta Hong Myong Hui, quien tuvo la desgracia de rozar la pelota antes de que se introdujese en su portería. Sin ese gesto desesperado, el árbitro hubiese señalado saque de puerta...
Y trece eran los minutos que faltaban cuando las coreanas volvieron a tener a tiro el trofeo. Un lanzamiento de falta ejecutado por Ri Un Ae que dio en el larguero, un tiro a ciegas de Kim Un Ju y un remate de cabeza de Kim Un Yang propiciaron la prórroga. Y como en este tipo de situaciones siempre hacen falta protagonistas, fue Jang Hyon Sun quien se erigió en heroína al concluir un contraataque de libro. La RPD de Corea es campeona del mundo.
El otro encuentro
Las lágrimas vertidas por las alemanas en Christchurch tres días antes parecieron muy lejanas cuando sonó el pitido final del choque por el tercer puesto. Las jugadoras de Ralf Peter se sobrepusieron mediante una fácil victoria sobre Inglaterra. Más rápida, más técnica y más fuerte físicamente que su rival, la Mannschaft, fiel a sus costumbres, marcó muy pronto a balón parado, por mediación de Inka Wesely.
Un nuevo acelerón en el último cuarto de hora bastó a las campeonas de Europa para llevarse una medalla que habrían podido asegurarse antes si la inglesa Lauren Davey no se hubiera mostrado tan espectacular como eficaz bajo los tres palos. Lynn Mester y Turid Knaak anotaron los dos últimos goles alemanes en esta prueba, algo que no pudo hacer Dzsenifer Marozsan pese a disponer de varias ocasiones. Las alemanas dicen adiós a Nueva Zelanda con el bronce y una sonrisa, mientras que las inglesas, aunque vencidas, se van con el orgullo de haber alcanzado las semifinales.
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